¿Ha surgido una elite empresarial transnacional en América Latina?
Las elites empresariales de América Latina no están internacionalizadas. A pesar del incremento de pactos internacionales de libre comercio, de aumentar la inversión extranjera y de tener una misma lengua a lo largo de casi toda la región, los directivos de las mayores empresas de América Latina no se relacionan entre sí.
Red de interlocking directorates de las 300 mayores empresas en América Latina. 2012.
Nodos: empresas; Líneas: directivos compartidos
Análisis de redes de las elites empresariales de América Latina
El análisis de redes de los interlocking directorates -relaciones entre empresas por compartir directivos- entre las 300 mayores empresas de América Latina reveló que casi no hay directivos que pertenezcan a empresas de diverso país. De las 300 empresas analizadas, solo 59 (19%) tienen algún directivo en sus juntas que sea internacional. Es decir, los directivos de las grandes empresas de Chile son chilenos; los directivos de las grandes empresas de Argentina son argentinos; los directivos de las grandes empresas de Colombia son colombianos; y así igual en el resto de países de América Latina. Las elites empresariales de América Latina no tienen redes internacionales. Las elites empresariales en América Latina no forman un poder continental latinoamericano, como sí ocurre en Europa o en Norteamérica. Las elites empresariales en América Latina son de base nacional, no están internacionalizadas.
¿Por qué? Principalmente porque los países de América Latina están dominados por grupos económicos controlados por familias: Larraín, Angelini, Matte y Luksic en Chile, Ardila Lülle y Sarmiento en Colombia, Brescia y Romero en Perú, Slim y Salinas en México, de Moraes y Safra en Brasil, Bulgheroni y Rocca en Argentina, entre otros. Los grupos económicos familiares son poco amigos de abrir sus juntas a desconocidos y menos a extranjeros. Normalmente las juntas directivas de las empresas de un grupo económico familiar están llenas de miembros de la familia propietaria: primos, cuñados, hijos, nietos. Esto hace que sean elites cerradas y con pocas redes externas.
El otro motivo que puede explicar por qué las elites empresariales en América Latina no están unidas entre sí es por el bajo comercio intrarregional. Los principales socios comerciales de los países de América Latina son Estados Unidos, la Unión Europea y China. En cambio, en la Unión Europea, donde sí las elites empresariales está unidas, los países comercian mucho entre sí. El destino de los productos se queda en su mayoría dentro del continente en Europa, mientras en América Latina no. Los grandes aliados comerciales de los países de América Latina no son otros países latinoamericanos.
El análisis de redes de las elites empresariales en América Latina mostró que no están unidas. América Latina no es un continente unido en lo económico ni en lo empresarial. La pregunta final sería ¿necesitan las elites empresariales de América Latina estar relacionadas entre sí y formar una red cohesionada a nivel internacional? Esta escena de la película Una Mente Maravillosa sobre la vida del economista John Nash da pistas sobre la importancia de la unión entre las elites empresariales.
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